martes, 12 de agosto de 2014

Agosto.

Ven, vamos a pelear al borde del abismo. Vamos a exhibir nuestras armas como animales en celo.
Quiero bailar donde el suelo no me alcance.
Basta de sensación de control y humildades aprendidas. Vamos a ponernos incómodos. Lúcidos.

Cuando sólo existes en los ojos del oponente el cosmos es una pupila.

Somos más de lo que confiesa el espejo.
Somos valientes porque tenemos miedo.

¿Quieres sentir?

La búsqueda no termina nunca. ¿Cuántas opciones puede haber entre millones a cada instante?
Quiero retar a todas las formas de existencia. Palpar los límites del orden. Divagar en los confines de la entropía tan lejos como la energía permita.

El alma es gas.

Mientras, todo sucede y el sol nos abrasa.
En el cobijo de la noche los patrones de cambio se alteran. Y en la oscuridad está la iluminación. Cuando nos vemos con los ojos cerrados. Sordociegos en realidad, tocando la certeza. Percibiendo una verdad caduca, leve. Enamorados de nosotros.

Todo el mal de la distancia es que no tiene olor.



  




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