viernes, 8 de agosto de 2014

Pienso, luego existo.

Me han acusado de pensar demasiado.
Como si pensar fuese flagelarse, cuando sólo intento entender.

Para empezar, no tengo la opción de pensar menos. Simplemente vivo así.
¿Qué hacer si no mientras realizas cualquier tarea mecánica? ¿Nunca te paras un momento sólo para pensar? ¿Nunca sientes la necesidad de ir a un lugar concreto para pensar? No en una preocupación del presente, no en una decisión. Sólo pensar. Escuchar a tu mente (eso que crees que eres tú mismo). Un día quiere hablar de sociología y otro de relaciones personales. O pasa la atorcha a la imaginación para pintar futuros y presentes. Te trae de vuelta una escena de aquella película que viste hace dos semanas y, a saber por qué, lo relaciona con esa persona de la que te acuerdas de forma recurrente, a saber por qué.
Es demasiado relevante para ignorarlo. Aunque no signifique nada a priori, un hilo de nuestro pensamiento cotidiano muestra mejor quienes somos y qué hacemos que cualquiera de las respuestas que verbalizamos en una situación social mediada por su propia naturaleza. ¿Quién eres cuando estás solo?

Por otro lado, no era la primera vez que me dirigían esa frase. Incluso han tenido la osadía de decirme que ese es "mi problema".
Son problemas la falta de empoderamiento, la autoexigencia desmedida, la baja autoestima, la obsesión. Entiendo que, como todos estos conflictos suelen manifestarse en pensamientos distorsionados, haya quien resuelva que el dolor está en pensar más allá de lo estrictamente necesario y del orden pertinente.
Comprendo la equiparación, pero no logro aprehender cómo se vive sin el placer de mirar en cada una de las puertas que se abren. Sin los increíbles viajes del razonamiento, incluso cuando no conduce a certeza alguna.

Creamos la música, el cine y la literatura porque necesitamos ir más allá y más acá de nosotros mismos. Ahondarnos y expandirnos.
Por favor, no te pierdas eso. Que las nuevas concepciones del ocio y el orden no te usurpen el esfuerzo que te debes a ti mismo.






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